El paciente con TLP actúa impulsivamente por factores emocionales. El principal es el miedo a ser rechazado y la intolerancia al dolor emocional intenso que ello les produce. Otras veces actúan impulsivamente por una necesidad desesperada de estima que les impide razonar sus decisiones, especialmente en las relaciones sentimentales.
Las autolesiones no son una llamada deliberada de atención. El paciente con TLP se autolesiona por una mezcla de autodesprecio y
de imposibilidad de soportar el dolor emocional.
Algunos pacientes con trastorno histriónico de la personalidad pueden utilizar deliberadamente las autolesiones como una forma
de influir en los demás.
Los pacientes con TLP pueden tener numerosos intentos de suicidio cuya base es la desesperación y la impotencia. Nunca se debe pensar que la ideación suicida no es seria porque lo hayan intentado muchas veces. El riesgo de suicidio consumado en el TLP es muy alto, un 10%.
El trastorno de la personalidad es siempre un trastorno de las relaciones interpersonales, por lo que la intervención con la familia es fundamental
para poder avanzar en la superación del trastorno. El consejo y apoyo a las familias, junto a la modificación su visión del trastorno y de las pautas
de manejo de las crisis son de alta importancia y resultan muy eficaces en el tratamiento del TLP.
visión del trastorno y de las pautas de manejo de las crisis son de alta importancia y resultan muy eficaces en el tratamiento del TLP.
Profesora Titular acreditada en la Universidad Complutense de Madrid y Jefe de Sección y de la Unidad de Trastornos de la
Conducta Alimentaria del Hospital Clínico San Carlos. Realizó su especialidad de Psiquiatría en Madrid y la formación investigadora
en el Hospital Mount Sinai de Nueva York.
Ha desarrollado una extensa labor clínica durante años en la Fundación Jiménez Díaz y en el Hospital Clínico de Madrid, con una dilatada
experiencia en los distintos trastornos mentales. La Dra Díaz Marsá es una figura de reconocido prestigio internacional en el área de las
Trastornos de la Conducta Alimentaria por su acreditada carrera investigadora plasmada en numerosos proyectos de investigación y publicaciones
científicas nacionales e internacionales.
La personalidad limítrofe es equivalente al denominado trastorno límite de la personalidad. El término limítrofe se refiere a que el
desarrollo de la identidad en estas personas se sitúa en la frontera entre las neurosis las psicosis (por ello también se llama
pèrsonalidades fronterizas).
La identidad del paciente con TLP está más desarrollada que la del paciente psicótico, pero no está suficientemente integrada. Por ello
tienen más problemas que el resto de la población para resolver sus contradicciones internas, para tolerar el rechazo y para encontrar
un camino y un propósito.