La depresión y la ansiedad son problemas clínicos muy frecuentes, pero no por ello deben quedar sin tratar. Vivir con un exceso de ansiedad
o con una depresión conlleva un deterioro personal y profesional progresivo y un sufrimiento vital innecesario.
El tratamiento es eficaz y disponemos de terapias psicológicas específicas y medidas farmacológicas combinadas para superar estas situaciones.
Los TCA o Trastornos de la Conducta Alimentaria (anorexia, bulimia, obesidad y trastorno por atracón) son el resultado de un conjunto de
problemas biológicos, psicológicos y de las relaciones interpersonales.
El tratamiento de los TCA tiene que ser integral, atendiendo a factores psiquiátricos, nutricionales, psicológicos y familiares.
El TLP o Trastorno Límite de la Personalidad es una situación psíquica en la que se pierde el equilibrio emocional y el autocontrol
de la conducta.
Es muy importante tratarlo a tiempo y considerar todos los aspectos médicos, psicológicos y familiares que están fallando.
Las adicciones a los teléfonos móviles, a las redes sociales o al juego de apuestas se han convertido en un problema de primera magnitud.
Por debajo se esconden la inseguridad, la depresión u otros problemas emocionales.
Nuestros profesionales abordan estos problemas en niños y en adultos, utilizando técnicas y terapias específicas para superar y encontrar
la raiz de estas adicciones.
Los niños y adolescentes también padecen trastornos mentales que, a veces, son difíciles de detectar y que pasan mucho tiempo sin diagnosticarse.
El cuidado de su salud mental significa la prevención de los trastornos mentales en la edad adulta. El diagnóstico precoz de la ansiedad y de la
depresión infantil , así como de los problemas de atención o de control de la ira, es clave para un buen tratamiento.
Nuestros especialistas en Psiquiatría y Psicología Infantojuvenil ofrecen respuestas a estas dudas y tratamientos especificos para los trastornos
en estas edades.
Trastornos en el aprendizaje infanto juvenil:
Las dificultades de atención, de concentración, de lectura o de comprensión son frecuentes en niños y adolescentes y pueden dar lugar a problemas
de autoestima e inseguridad si no se detecta a tiempo. Estas dificultades son tratadas por los especialistas con un alto grado de eficacia.
Sentirse mal emocionalmente no tiene por qué ser un trastorno. Pero puede estar reflejando una acumulación de factores perjudiciales para
la salud emocional.
El deficiente manejo del estrés, las relaciones sentimentales complicadas, las inseguridades personales, la falta de asertividad,
el exceso de autoexigencia y muchos otros factores pueden deteriorar poco a poco nuestra salud psíquica y nuestro equilibrio.
En SOMMOS tratamos estas situaciones y ofrecemos guía y pautas para el cuidado diario de tu salud emocional.