El paciente con TLP actúa impulsivamente por factores emocionales. El principal es el miedo a ser rechazado y la intolerancia al dolor emocional intenso que ello les produce. Otras veces actúan impulsivamente por una necesidad desesperada de estima que les impide razonar sus decisiones, especialmente en las relaciones sentimentales.
Las autolesiones no son una llamada deliberada de atención. El paciente con TLP se autolesiona
por una mezcla de autodesprecio y de imposibilidad de soportar el dolor emocional.
Algunos pacientes con trastorno histriónico de la personalidad pueden utilizar deliberadamente
las autolesiones como una forma de influir en los demás.
Los pacientes con TLP pueden tener numerosos intentos de suicidio cuya base es la desesperación y la impotencia. Nunca se debe pensar que la ideación suicida no es seria porque lo hayan intentado muchas veces. El riesgo de suicidio consumado en el TLP es muy alto, un 10%.
El trastorno de la personalidad es siempre un trastorno de las relaciones interpersonales, por lo que la intervención con la familia es
fundamental para poder avanzar en la superación del trastorno. El consejo y apoyo a las familias, junto a la modificación su visión del
trastorno y de las pautas de manejo de las crisis son de alta importancia y resultan muy eficaces en el tratamiento del TLP.
visión del trastorno y de las pautas de manejo de las crisis son de alta importancia y resultan muy eficaces en el tratamiento del TLP.